🖤✊🏿 “Mientras el color de la piel sea más importante que el brillo de los ojos, habrá guerra”. Tengo esa frase tatuada en mi cuerpo. Tengo ese pensamiento permanentemente en mi cabeza. Ésa es la actitud y la filosofía que intento poner en práctica en mi vida.
Dicen que la felicidad molesta. La felicidad de un negro brasileño victorioso en Europa molesta muchísimo más.
Pero mis ganas de ganar, mi sonrisa y el brillo de mis ojos son mucho más grandes que eso. No podéis ni imaginarlo.
Fui víctima de xenofobia y racismo en una sola declaración. Pero nada de eso empezó ayer.
Hace semanas empezaron a criminalizar mis bailes. Bailes que no son míos. Son de Ronaldinho, Neymar, Paquetá, Griezmann, João Félix, Matheus Cunha… son de artistas de funk y sambistas brasileños, de cantantes de reggaetón, y de los negros americanos.
Son danzas para celebrar la diversidad cultural del mundo. Acéptenlo, respétenlo. Yo no voy a parar.
Vengo de un país donde la pobreza es muy grande, donde la gente no tiene acceso a la educación… y en muchos casos, ni comida en la mesa!
No suelo venir públicamente a rebatir las críticas. Me atacan y no hablo. Me alaban y tampoco hablo. ¡Yo trabajo! Trabajo mucho.
Dentro y fuera del campo. He desarrollado una aplicación para ayudar a la educación de los niños en las escuelas públicas sin ayuda financiera de nadie. Estoy haciendo una escuela con mi nombre. Haré mucho más por la educación. Quiero que las próximas generaciones estén preparadas, como yo, para luchar contra los racistas y los xenófobos.
Siempre intento ser un profesional y un ciudadano ejemplar. Pero eso no hace clic, no es tendencia en internet, ni motiva a los cobardes a hablar agresivamente de gente qué ni siquiera conocen.
El guión siempre termina con una disculpa y un “me han malinterpretado”. Pero lo repito para ti, racista:
No dejaré de bailar. Ya sea en el Sambódromo, en el Bernabéu o donde sea.
Con el cariño y las sonrisas de quien es muy feliz,
Vini Jr. #BAILAVINIJR