Un agente civil de tránsito debe ser un ejemplo de profesionalismo, amabilidad y respeto hacia los conductores y peatones.
Algunas recomendaciones para comportarse adecuadamente incluyen:
Ser cortés y respetuoso en todo momento, incluso si el conductor o peatón está siendo difícil o desafiante.
Mantener una actitud calmada y profesional, incluso en situaciones de alta tensión o emergencias.
Ser justo y objetivo al aplicar las leyes de tránsito, sin importar la raza, género, orientación sexual o estatus socioeconómico del conductor o peatón.
Ser paciente y tolerante con aquellos que tienen menos experiencia en la carretera, como los nuevos conductores o peatones jóvenes.
Ser diligente en la realización de su trabajo, sin distraerse o prestar atención a otras distracciones mientras están en servicio.
Estar bien informado sobre las leyes de tránsito y los reglamentos locales, para poder ayudar a los conductores y peatones con preguntas o inquietudes.
Todos somos parte del cambio, debemos luchar por crear una nueva cultura de movilidad.